Consumo de queso y lácteos y enfermedades crónicas asociadas a obesidad, ¿amigo o enemigo?
PROCEDENCIA(S): | Centro de Salud USS, Ciencia y Medicina, Ciencias de la Salud, Ciencias para el Cuidado de la Salud, Medicina Veterinaria. |
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CATEGORÍA(S): | Ciencia Animal y Lechería, Ciencias de la Salud, Endocrinología y Metabolismo, Ganadería, Medicina y Ciencias de la Salud, Nutrición y Dietética, Políticas de Salud y Servicios, Sistema Cardiovascular y Cardíaco. |
AUTOR(ES): | Samuel Duran Agüero / Jairo Torres García / Julio Sanhueza Catalán. |
TIPO DE MATERIAL: | Artículos. |
ARCHIVO: |
Las enfermedades cardiovasculares (ECV), y en especial la obstrucción de las arterias coronarias, suponen el principal gasto en salud de la mayor parte de los países. Sin embargo, Francia, según la OMS, presenta la menor mortalidad por estas causas, aunque la dieta muestra un elevado consumo de grasas saturadas, conocido como la paradoja francesa. Además del consumo de vino y de porciones de pequeño tamaño, realizar ejercicio regular, una mayor ingesta de frutas y verduras ricas en fibra dietaria, flavonoides, fitoesteroles y queso son factores que, en conjunto, contribuyen a la paradoja. Existen varios estudios que relacionan la ingesta de grasa y las ECV pero que no logran demostrar una elevada correlación, lo cual podría justificarse por el efecto divergente de las grasas saturadas sobre las lipoproteínas. Por otra parte, los lácteos contienen grasas saturadas, aunque algunos estudios recientes han señalado una correlación inversa entre su consumo y las ECV, posiblemente debida a su contenido en el ácido graso trans palmitoleico, que permite un aumento de los niveles de colesterol HDL y una disminución de proteína C reactiva y de triglicéridos (TAG). En general, los lácteos además de grasas poseen gran variedad de nutrientes que pueden ser beneficiosos para la salud, mejorando la respuesta a la insulina, aumentando los niveles de adiponectina y disminuyendo la presencia de obesidad, entre otros efectos. Por su parte, el consumo de queso puede tener efectos positivos para la salud, por ejemplo puede prevenir infartos cardiovasculares, disminuir los TAG plasmáticos y aumentar el colesterol HDL. El presente trabajo muestra los resultados de diversos estudios que relacionan el consumo de quesos con diversas enfermedades no transmisibles, con especial énfasis en la ECV. Los datos mostrados nos permiten llegar a la conclusión de que el consumo regular de este alimento tiene más efectos beneficiosos que perjudiciales.